La adolescencia es una etapa del desarrollo que se sitúa entre la infancia y la adultez, en la que ocurre un proceso creciente de maduración física, psicológica y social, que lleva al ser humano a transformarse en un adulto.

Es una etapa de la vida donde la principal constante es el cambio.

Los cambios que experimentan los adolescentes a nivel físico, psicológico y emocional ocurren de manera muy rápida y abrupta, y no siempre pueden ser procesados de forma favorable.

El adolescente se sienten muchas veces en una montaña rusa llena de vaivenes emocionales que no esperan y que no siempre comprenden.

Así, a la complejidad propia de esa etapa de la vida, se le suman aspectos esenciales de la contemporaneidad que ejercen innegable influencia en el proceso de constitución del sujeto en los días de hoy.

Un objetivo básico en nuestro trabajo con adolescentes es acompañarlos en este proceso para que integren de manera adecuada los cambios que experimentan durante esta etapa en la que construyen su identidad y en la que comienzan a tener mayor independencia psicológica y social.

Se trata de generar estrategias y construir herramientas para que los adolescentes logren comprender, transitar y disfrutar de esta etapa.

También ofrecer a los padres herramientas de manejo que repercutirá positivamente en el adolescente y en el clima familiar, así ambas esferas se retroalimentarán en una buena dirección.

Se los acompaña teniendo en cuenta estas generalizaciones y sobre todo dando lugar a la singularidad de todos y cada uno de los adolescentes que llegan a la consulta.

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